Lo que se recomienda inicialmente para estas alteraciones es realizar la llamada higiene de sueño que consiste en unos cambios en el estilo de vida para mejorar o crear un ambiente propicio al momento de dormir. Dentro de estas recomendaciones se encuentra: evitar el consumo de bebidas con cafeína en las últimas horas del día, evitar la realización de actividad física por lo menos 3-4 horas antes de dormir, crear un ambiente propicio en la habitación para el buen dormir con adecuada temperatura e iluminación, idealmente acostarse y levantarse siempre a la misma hora, que la última comida no sea muy abundante y por lo menos dos horas antes de ir a la cama; y, no quedarse más de media hora en la cama si no se había logrado dormir mejor levantarse y relajarse un rato y volver a intentarlo. Si persiste la alteración del sueño, le recomiendo acudir a evaluación médica presencial y no automedicarse.