Alteraciones en la función de la hormona tiroidea son múltiples y dependen de si está elevada o está baja. Si está alta hay aumento de peso, estreñimiento, sueño, fatiga, resequedad de la piel, caída de pelo.
Si está baja hay disminución de peso, ansiedad, insomnio, palpitaciones, entre otros síntomas. Si presenta alguna alteración, consulte.