El dolor ocasionado por la actividad física es producido por los micro-desgarros de el músculo que al regenerarse originan un músculo más fuerte, se debe controlar por medio de analgésicos antipiréticos o anti-inflamatorios no esteroideos si el dolor es intenso a dosis recomendadas por un periodo de 3 días, acompañado de reposo de 48 horas y hielo local. Se puede hacer actividad física de leve a moderada la próxima vez con buen calentamiento y estiramiento.