La lechuga es una buena fuente de vitaminas A, del grupo B (B1, B2, B3, B9), C y E, magnesio, potasio, calcio, sodio, hierro o selenio, ácido fólico -el cual es necesario durante el embarazo-. Además es fuente de antioxidantes, los cuales ayudan al funcionamiento normal del cuerpo.