Sí puede hacer ejercicios ya que la disminución de peso hará que tenga menos presión sobre su columna y, por lo tanto, menos dolor. Los ejercicios indicados son aquellos en los que no haya impacto o golpeteo sobre la columna, por ejemplo: nadar, caminar simplemente dentro de la piscina, bicicleta estática y caminar en terreno plano. Se debe asegurar de usar un calzado cómodo y de ir aumentando el tiempo y la intensidad lentamente. Un fisioterapeuta también puede ayudarla a establecer una rutina de ejercicios que no la maltrate.