Las dietas no se recomiendan porque pueden producir alteraciones metabólicas y por el efecto yo-yo que producen: por lo general algunas personas ganan más peso del que perdieron cuando realizaron la dieta.
Lo más recomendable es mantener una alimentación balanceada, sin excesos y fraccionada: desayuno, onces, almuerzo, nueves, comida, cena. Esto hace que las porciones de las comidas principales sean más pequeñas y evita los períodos prolongados de ayuno.