La grasa abdominal está determinada, en gran medida, por la dieta. Lo ideal para disminuirla es una dieta balanceada que incluya todos los grupos nutricionales: consumiendo carbohidratos complejos preferiblemente en la mañana y apoyándose en las verduras, proteína y grasas buenas (frutos secos, aguacate, aceite de oliva, etc. ) en las tardes/noches.
La dieta debe fraccionarla en 5 a 6 comidas al día de porciones más pequeñas, con un tiempo entre comidas de 3 a 4 horas para acelerar el metabolismo. Debe mantenerse hidratado, consumir abundante agua, suspender las harinas refinadas (pan blanco y todo lo derivado de la harina de trigo), el azúcar y evitar el consumo de alcohol.
Adicionalmente debe realizar ejercicio cardiovascular y de resistencia (levantar pesas, pliométricos, etc.) pues esto ayudará a mejorar su ambiente hormonal y favorecerá la quema de grasa. Le recomiendo asistir a valoración médica general para descartar posibles trastornos asociados con la grasa abdominal, como la resistencia a la insulina.