Estos síntomas pueden ser compatibles con una rinitis alérgica que corresponde a la inflamación generalmente crónica de la mucosa nasal que se presenta como reacción a algunos factores exógenos como polvo, polen, olores fuertes, frío, algunos alimentos, entre otros, generando síntomas como prurito (picazón) a nivel nasal, rinorrea (secreción nasal) y estornudos con frecuencia; no siempre se manifiestan todos los síntomas al tiempo, en otras ocasiones puede generar sangrado espontáneo.
La rinitis alérgica se trata con medicamentos antihistamínicos que deben ser formulados por un profesional de la salud durante consulta presencial ya que se debe evaluar la integridad de la región nasal, visualizando los cornetes nasales y descartar otras afecciones.
Es importante que tengas en cuenta ciertas recomendaciones para disminuir la sintomatología:
-Evitar exposición a factores alergenos como polvo, humedad, pelo de mascotas, olores fuertes, químicos
-Evitar consumo de bebidas industrializadas
-Evitar el uso de tapetes, peluches.
-Lavar las cortinas con frecuencia por la acumulación de polvo
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