Para contribuir a la mejoría del sistema inmune es importante mantener una dieta balanceada que le permita al organismo obtener los nutrientes necesarios para la producción de células en la médula ósea.
Esto incluye una dieta rica en proteínas (carnes rojas, blancas), frutas y verduras, así como realización de ejercicio físico por lo menos 150 minutos a la semana según recomienda la Organización Mundial de la Salud.