Si efectivamente se trata de un delirium hiperactivo, más que la hipertensión arterial como una causa de éste se debe pensar primero en una consecuencia por la agitación producto de la hiperactividad del delirium. Deben ampliarse los diagnósticos diferenciales a comorbilidades psiquiátricas con psicosis o incluso que haya habido una progresión hacia un trastorno Neurocognitivo mayor, lo cual puede suceder en pacientes que persisten en delirium durante un tiempo prolongado.
Por todo lo anterior lo más prudente es una pronta valoración por un especialista en psiquiatría y/o Neurología para evaluar lo expuesto y probablemente realizar un ajuste o adición de antipsicóticos según el concepto del especialista. Tranquilizarlo hará que la tensión arterial se controle, mejoren las alucinaciones y el patrón de sueño.