El manejo de la abstinencia alcohólica se realiza con ansiolíticos de tipo benzodiacepínico. En caso de un delirium tremens plenamente establecido, adicional al manejo de soporte, se debe realizar un monitoreo más cercano del paciente usualmente en unidades de cuidado intermedio intensivo, control de la agitación psicomotora, siendo necesarias medidas de restricción física, medicación ansiolítica y vigilancia de distintas variables como la diuresis y las alteraciones electrolíticas.