La presión arterial alta por lo general cursa silenciosa y sin síntomas, por eso es importante hacer evaluaciones periódicas de la misma y más si la persona presenta factores de riesgo asociados al desarrollo de la enfermedad como hiperlipidemias, sobrepeso, obesidad, diabetes mellitus, ser fumador, ser bebedor crónico, vida sedentaria, trabajos estresantes, antecedentes familiares de hipertensión.