No existe un manejo específico que revierta la formación de divertículos. El manejo se enfoca en evitar la formación de nuevos divertículos y reducir los riesgos de inflamación y sangrado de los ya existentes al incrementar el consumo de fibra en la dieta y la ingesta de líquidos.
Debe alcanzar un consumo de fibra por encima de los 30 gramos diarios.