La distensión abdominal tiene múltiples causas entre las cuales está: comer en exceso, el estreñimiento, la dispepsia funcional, la indigestión que no es causada por una enfermedad específica, intolerancia a la lactosa, síndrome de colon irritable, medicamentos y hasta el periodo menstrual. Esta afectación puede frenarse identificando aquellos alimentos que la producen y realizando cambios alimenticios (desde la forma de alimentarse): no ingerir bebidas carbonatadas (gaseosas), no comer demasiado rápido, dejar a un lado aquellos alimentos que provocan aumento de flatos o gases (repollo, alcachofa, hongos, peras, granos integrales, productos a base de leche). Actualmente existen medicamentos para mejorar esta sintomatología como la Trimebutina o la Simeticona, además de los probióticos. Sin embargo estos siempre deben ir acompañados de las modificaciones dietarías. Si existe dolor abdominal intenso, sangre en las heces y alguna anomalía debe consultar a su médico.