La hipertensión arterial en la adolescencia e infancia se asocia a desarrollo temprano de enfermedad cardiovascular, esto porque aumenta el riesgo de desarrollar enfermedad aterosclerótica. Sin embargo si se trata de manera oportuna y se siguen hábitos de vida saludables (dieta baja en sodio, actividad física regular de al menos 30 minutos al día - 5 veces a la semana, evitar el alcohol, el cigarrillo, la cafeína o cualquier sustancia psicoactiva y estar en vigilancia permanente con el médico internista o médico general) se puede seguir un estilo de vida normal.
Siguiendo las recomendaciones médicas apropiadas, se espera que la expectativa de vida sea la misma. Sin embargo se debe conocer el riesgo mayor, en comparación con la población general, de padecer una patología renal y cardiovascular.