La hipertensión arterial en la mayoría de los casos no cursa con ningún síntoma, por eso muchas veces se descubre de forma incidental durante un exámen médico de consulta externa. Algunas personas refieren dolor de cabeza. Cuando se presentan síntomas es porque la hipertensión por lo general es alta y lleva mucho tiempo (es decir es crónica sin tratamiento) y estos pueden llegar a ser síntomas peligrosos como infartos de corazón, de riñón, cerebro o incluso de retina en los ojos.