La alimentación varía en función de la edad solamente a partir de los 6 meses de vida y al hacer la transición a la comida complementaria, de ahí en adelante, no varía en personas sanas. Todo adulto debe tener una dieta balanceada, con frutas y verduras frescas, evitar dulces o gaseosas y carbohidratos (harinas) simples, tener una adecuada hidratación y realizar ejercicio de forma regular.