El manejo del estreñimiento se inicia con medidas no farmacológicas, como el aumento de fibra y la hidratación en la dieta, el consumo diario de frutas con propiedades laxantes (mango, papaya, pitahaya, sandía) contribuyen ampliamente, al igual que estrategias como realizar deposición en tanto se sientan deseos. Al aceite de oliva se le han atribuido distintas propiedades, una de estas es sus efectos sobre el aparato gastrointestinal de los cuales se destacan la activación del tránsito intestinal, contribuyendo así en la defecación. Se puede ingerir sin inconveniente.