El aceite de oliva se ha visto relacionado positivamente en la prevención de la aterosclerosis, protegiendo frente a las enfermedades cardiovasculares: reducen colesterol LDL y aumentan HDL, disminuye tensión arterial. Favorece la función digestiva, ayuda a combatir el estreñimiento, contribuye a una correcta mineralización de los huesos y su desarrollo, desempeña un papel protector frente al estrés oxidativo celular, aumenta la longevidad. Siempre y cuando se consuma frío.