Luego de una ingesta copiosa de alimentos va a haber un aumento de la glucosa en nuestro cuerpo, lo que hace que se aumente la hormona insulina en situaciones normales. Esta insulina se ha evidenciado que inhibe la secreción, a nivel del hipotálamo en el cerebro, de orexinas un tipo de proteínas excitatoria que ayuda a mantenernos alerta (despiertos) a nivel del sistema nervioso.