Por el proceso digestivo, a la hora o dos horas después de comer, la irrigación sanguínea se concentra mayoritariamente en el tracto digestivo para hacer lo necesario para absorber nutrientes y el organismo concentra la mayor energía en ese proceso, de ahí que luego de haber comido nos dé sueño, nos sintamos pesados, etc. Explicarlo bioquímicamente sería largo y esa no es la idea, pero ya sabes qué es básicamente lo que sucede.