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Sí, sí bien haber tenido COVID-19 nos da un grado de inmunidad importante frente al virus SARS-Cov-2, las vacunas son un complemento para esta inmunidad y son la mejor estrategia para prevenir infecciones graves por este virus, especialmente con la aparición de nuevas variantes que son más contagiosas.
Actualmente se recomienda iniciar su esquema de vacunación después de 30 días de haber iniciado los síntomas de COVID-19, o 30 días después de haber tenido una prueba positiva para SARS-Cov-2 en caso de que no haya tenido síntomas.