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El tratamiento de las hernias discales depende de la severidad, dada por la clínica del paciente. Tu compañero, además de las terapias, que pueden tomar un tiempo en surtir su efecto, debe evitar posiciones y esfuerzos físicos que puedan exacerbar el dolor, también cumplir el tratamiento farmacológico indicado para dicho síntoma. Si no llega a mejorar, debe acudir nuevamente a su médico tratante, puede ser necesario realizar nuevos estudios, como una resonancia magnética nuclear para decidir si se debe realizar algún tipo de bloqueo del dolor o tratamiento neuroquirúrgico.
La columna vertebral está conformada por las vértebras (huesos), los discos intervertebrales, por su centro pasa la médula espinal y de la misma salen y entran raíces nerviosas. Los discos intervertebrales sirven de cojinete para amortiguar los movimientos de las vértebras, pero a su vez, evitan la deformación de la columna; estos elementos están constituidos por un núcleo pulposo y un anillo fibroso. El núcleo pulposo en la juventud se compone de 90% de agua, sin embargo, con el pasar de los años, disminuye dicho contenido por lo que se degenera y pierde su altura, y se producen hernias o protrusión de dicho disco hacia el espacio donde se encuentra la médula espinal o la salida de las raíces nerviosas, ocasionando dolor, debilidad en los músculos que reciben inervación por esas raíces nerviosas, sensación de hormigueo, entre otros.
Como ya te mencioné, el tratamiento depende de la severidad del paciente. Para efectuar un bloqueo, el médico especialista realiza una infiltración en la columna cervical con anestésicos combinados con esteroides. Los síntomas puede desaparecer por un tiempo variable, alrededor de 6 meses. En caso que exista una compresión de la médula espinal importante, puede ser necesario extraer parte del disco cervical o de la vértebra para garantizar la descompresión de dicha estructura.
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