El principal síntoma, es que cuando se consume leche (de vaca especialmente), al cabo de unos minutos u horas se empiezan a manifestar molestias digestivas, desde sensación de llenura exagerada, flatos, eructos, cólicos abdominales, diarrea, entre otros síntomas; estos aparecen siempre en relación con el consumo de leche o derivados de la leche.