La depresión actúa como una enfermedad crónica como la diabetes o la presión alta, por lo que puede ser controlada lo suficiente para no dar molestias en muchos años, sin embargo no llega a desaparecer ya que pueden haber secuelas de ésta y es por ello que es importante no dejar el tratamiento de golpe una vez que las molestias se hayan ido.
Siempre el tratamiento consiste en la terapia psicológica hecha por un especialista en el tema, así como el uso de antidepresivos por parte del psiquiatra; ambos con las terapias comentadas ayudan mejor a sobrellevar esta enfermedad. Los diferentes tipos de psicoterapia ayudan principalmente:
- Adaptarte a una crisis o a otras dificultades actuales.
- Identificar creencias o comportamientos negativos, y reemplazarlos por otros positivos y saludables.
- Explorar tus relaciones y tus experiencias personales, y desarrollar interacciones positivas con los demás.
- Encontrar mejores modos de enfrentar y de resolver problemas.
- Identificar problemas que contribuyen a causar tu depresión y cambiar los comportamientos que la empeoran.
- Recuperar el sentimiento de satisfacción y de control de tu vida, así como aliviar los síntomas de la depresión, como la desesperanza y el enojo.
- Aprender a fijar metas realistas para tu vida.
- Desarrollar la capacidad de tolerar y de aceptar la angustia mediante comportamientos más saludables.
Así mismo tienes que llevar a cabo medidas en lo mayor posible para evitar secuelas o recurrencias de la enfermedad tales como:
- Cumple con tu plan de tratamiento. No saltees las sesiones o consultas de psicoterapia. Incluso si te sientes bien, no saltees los medicamentos. Si dejas de tomarlos, los síntomas de la depresión pueden volver a aparecer, y también puedes tener síntomas parecidos a los de la abstinencia. Acepta que llevará tiempo sentirte mejor.
- Infórmate acerca de la depresión. Aprender sobre la afección que padeces puede darte las herramientas necesarias y motivarte para continuar con tu plan de tratamiento. Alienta a tu familia a que se informe acerca de la depresión para ayudarles a entenderte y apoyarte.
- Presta atención a las señales de advertencia.Trabaja con tu médico o terapeuta para aprender a identificar lo que desencadena tus síntomas de depresión. Elabora un plan para saber qué hacer en el caso de que los síntomas empeoren. Consulta con tu médico o con tu terapeuta si notas cambios en los síntomas o en cómo te sientes. Pídeles a familiares o amigos que estén atentos a los signos de advertencia.
- Evita el alcohol y las drogas recreativas. Puede parecer que el alcohol o las drogas alivian los síntomas de la depresión, pero, a la larga, generalmente los empeoran y hacen que la depresión sea más difícil de tratar.
- Cuídate. Come de manera saludable, haz actividad física y duerme mucho. Considera caminar, trotar, nadar, hacer jardinería o realizar otra actividad que disfrutes. Dormir bien es importante para el bienestar tanto físico como mental. Si tienes dificultades para dormir, habla con el médico acerca de lo que puedes hacer.
- Simplifica tu vida. Cuando sea posible, restringe tus obligaciones y fíjate metas razonables. Permítete hacer menos cosas cuando te sientas deprimido.
- Escribe un diario. Escribir un diario, como parte de tu tratamiento, puede mejorar tu estado de ánimo al permitirte expresar dolor, enojo, miedo u otras emociones.
- Lee libros y páginas web de autoayuda que sean reconocidos. Tu médico o terapeuta puede recomendarte libros o sitios web para leer.
- Busca grupos de ayuda. Estos ofrecen educación, grupos de apoyo, asesoramiento psicológico y otros recursos para ayudar con la depresión. Los programas de asistencia a empleados y los grupos religiosos también pueden ofrecer ayuda para problemas relacionados con la salud mental.
- No te aísles. Intenta participar en actividades sociales y reunirte con familiares o amigos periódicamente. Los grupos de apoyo para personas con depresión pueden ayudarte a ponerte en contacto con personas que enfrentan desafíos similares y compartir experiencias.
- Aprende maneras de relajarte y controlar el estrés. Por ejemplo, mediante meditación, relajación muscular progresiva, yoga o Tai-Chi.
- Estructura tu tiempo. Planifica tu día. Quizás descubras que te resulta útil hacer una lista de las tareas diarias, usar notas adhesivas como recordatorios o un planificador para mantenerte organizado.
- No tomes decisiones importantes cuando estés deprimida. Evita la toma de decisiones cuando estás deprimida, pues quizás no pienses con claridad.
Espero esta información te sea de utilidad, estamos para servirte y apoyarte. No olvides calificarnos.