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Más que realizar nuevos exámenes o tratamientos empíricos, es recomendable una evaluación detallada de los estudios ya realizados.
Estas molestias de forma crónica, habiendo descartado afecciones orgánicas, pueden estar en relación con cuadros de prostatitis abacteriana, prostatodinia o trastornos funcionales del aparato genitourinario, en mayor relación con factores emocionales como el estrés y ansiedad que alteraciones infecciosas.
Es importante que este cuadro lleve un seguimiento constante por urología, en el que se valoren los estudios ya realizados y se opte por nuevos abordajes donde adicionalmente se incorpore un manejo emocional.