La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que un adulto debe dormir entre 7 y 8 horas para mantener un óptimo estado físico, emocional y mental. No dormir lo suficiente puede: aumentar la ansiedad y el hambre, correr más riesgo de un accidente, irritabilidad, falta de concentración y pérdida de la memoria, entre otras.