El cepillado no es suficiente, pues el mal aliento se produce entre otras causas por la placa bacteriana que se forma entre los dientes favorecida por la comida que queda allí atrapada. La seda dental después de cada comida y antes del cepillado le va ayudar mucho. No olvide cepillarse también la lengua y usar un enjuague bucal. Tome abundante agua después de cada comida y evite los alimentos muy condimentados.