Ambos son buenos e idóneos para manejar la hipertensión, pero si tuviera que responder uno, diría cardiólogo. Lo que pasa es que para ser cardiólogo hay que ser internista primero, así que el cardiólogo debe tener todos los conocimientos del internista y además tiene conocimientos extras, con mayor enfoque hacia el corazón y el sistema cardiovascular. Igual ocurre con los neumólogos, nefrólogos, endocrinólogos que primero deben hacer medicina interna.