Lo primero es identificar la causa que produce aumento de la ansiedad o estrés. Normalmente la ansiedad aumenta cuando tenemos algo pendiente que no podemos resolver e involuntariamente se pospone pensando así evitar la ansiedad, pero por el contrario esta aumenta entre más tiempo pase sin resolverse o enfrentar la causa. Existen algunas medidas que pueden disminuir la sensación de ansiedad:
- Ejercicio regular: es la más importante de todas, pues permite liberar la tensión mientras se liberan endorfinas que son las sustancias que producen la sensación de bienestar en el cuerpo. Cuando se está estresado se piensa no tener tiempo para hacer ejercicio, pero si se obliga a hacerlo verá los beneficios.
- Disminuya la ingesta de bebidas con cafeína tipo café, té, gaseosas que producen taquicardia y aumentan los síntomas de la ansiedad.
- Adopte un estilo de vida más saludable. El empezar a restarle importancia (no atención) a lo que ocurre alrededor y aumentar su autocuidado. Esto tiene efectos visibles sobre el estado de ánimo. Si fuma déjelo, si toma modere la ingesta de alcohol. Aumente el consumo de frutas y verduras. El estar bien por dentro se refleja también en el exterior.
- Duerma al menos 8 horas diarias. Si le es difícil conciliar el sueño intente con algunas medidas de higiene del sueño como irse a dormir siempre a la misma hora, evitar el televisor, el uso de celular o aparatos electrónicos. Si está preocupado, lea algo que le interese ya estando en la cama. Esto favorecerá el quedarse dormido en menos tiempo.
- En medio de las ocupaciones y preocupaciones del día saque un momento diariamente para dedicarle a un pasatiempo, a su familia o a una actividad que usted disfrute. Eso disminuirá la ansiedad y le permitirá enfrentar los retos de manera más positiva.
- Alimente los pensamientos positivos. Cuando usted tiene pensamientos negativos, estos tienen el mismo efecto en el cuerpo como si estuvieran pasando de verdad: aumenta la presión sanguínea, la frecuencia cardiaca, sudoración, frecuencia respiratoria, etc. Trate de no darle vueltas una y otra vez a estos pensamientos y más bien oblíguese conscientemente a pensar en algo diferente.
Cuando el estrés interfiere de manera importante con las actividades de la vida diaria, es importante consultar. Un médico general podrá dirigirlo a un psicólogo o psiquiatra después de una evaluación detallada.