Lo primero que se debe hacer es realizar un listado con los alimentos que le caen mal. Después de cada comida tratar de identificar cuáles son los alimentos que menos se toleran (es un proceso largo, pero es importante que se haga). Luego probarlos por separado para saber si es ese tipo de alimento el que afecta. Finalmente empezar a modificar la alimentación, acorde a los alimentos que se toleran y el presupuesto que se maneja. Sobra decir que todo alimento debe mantener una adecuada preparación, limpieza y cocción, además de un adecuado almacenamiento. Lo más importante es consultar al médico para la formulación de medicamentos que puedan mejorar la intolerancia y los síntomas relacionados al alimentarse.