Podría relacionarse con un enrojecimiento facial patológico, que de ser el caso, es inicialmente manejado con psicoterapia y fármacos en algunos casos.
Pero lo que describe no aparenta ser una enfermedad o patología relacionada con el cerebro o el sistema nervioso, debido a que puede tratarse de una respuesta normal del cuerpo ante las variaciones climáticas o ambientales, tal y como describe.
Por otro lado, el significado personal de esta situación puede estar asociado a un componente de ansiedad importante, lo que puede actuar como precipitante de los episodios o hacer que brinde una atención mayor a una situación cotidiana.
El trauma que refiere en la cabeza quizás pudo ser estudiado en su momento, y sus resultados fueron normales, no sería motivo de mayor preocupación para su situación actual. Si no fue estudiado, podría comentar con su médico para valorar la pertinencia de un análisis de su caso (en este punto, nuevos estudios como imágenes no tendrían mayor beneficio en ausencia de cambios o síntomas, por lo que no debe preocuparse si su médico no los envía).
Acuda a control de psicología o psiquiatría, para abordar el impacto de estos síntomas y ayudar en el manejo de emociones.