El enrojecimiento facial patológico constituye una patología inicialmente manejada mediante psicoterapia, particularmente de tipo cognitivo-conductual así como un manejo de la ansiedad o fobia social asociada, como puede ser su caso. Posterior a esto, se plantea el uso de fármacos para control de los síntomas.
El uso de una simpatectomía torácica se reserva para situaciones severas posterior a una terapia y seguimiento apropiados. No está indicada por sí sola de acuerdo con las características de la sintomatología que refiere. Pero una vez realizada, refiere una alta tasa de éxito, cercana al 80%.
En muchos casos, al resolver el componente emocional relacionado puede haber un control de la sintomatología.