Si las intenciones detrás de su deseo son hacerse daño o morir, es un signo de alarma que requiere de valoración médica prioritaria y si se consideran problemáticos o asociados a una condición que requiere atención en salud.
Por lo demás este tipo de emociones o sensaciones pueden relacionarse con rasgos de la personalidad, que en principio no constituyen mayor inconveniente si no impulsan a conductas peligrosas o que comprometan su integridad o la de otros.
Si considera que este tipo de pensamientos son recurrentes o generan algún grado de malestar o incomodidad, no dude en acudir a consulta especializada de salud mental y emocional.