Las pesadillas se producen en la segunda fase del sueño y por lo general se deben al estrés y la ansiedad acumulada del día, especialmente por las preocupaciones que se han tenido durante el día.
Se considera un problema cuando estas pesadillas no permiten un sueño reparador (que al levantarse se sienta cansado) o en su defecto que no permita conciliar el sueño posterior a la misma.