El reflujo gastroesofágico en los bebes suele deberse a inmadurez de los anillos musculares a nivel del esófago y estómago, por lo que no suele ser motivo de preocupación mientras este no impida el adecuado crecimiento y ganancia de peso. Además, este suele mejorar con el paso del tiempo y no es habitual que continúe más allá de los 18 meses.
En raras ocasiones puede ser síntoma de otra enfermedad como alergia a algunos alimentos, oclusiones digestivas o a enfermedad por reflujo gastroesofágico. En este tipo de situaciones es usual que él bebe no aumente de peso, permanezca irritable, decaído, el vómito sea forzoso, salga sangre o bilis, tenga problemas crónicos de respiración o empeore con el paso del tiempo.
Por lo tanto, la complicación más frecuente en caso de que el reflujo sea patológico es la no ganancia de peso y/o desnutrición secundaria. Por esto, es adecuado llevar a su hijo para una valoración presencial por su pediatra, para orientar mejor el diagnóstico para su caso en específico.
Es recomendable:
• Darle a su bebe tomas pequeñas más frecuentes
• Interrumpir las tomas para que él bebe pueda eructar
• Sostener a su bebe en posición erecta al menos 20 – 30 minutos después de comer
• En la medida de lo posible, lo ideal es que reciba lactancia materna y que esta sea exclusiva hasta los 6 meses
• Si él bebe recibe leche de formula, consultar con su médico tratante para realizar cambio de formula en caso de que sea intolerancia a la formula
• Que duerma en la cuna en posición semisentado o de costado izquierdo. No dejarlo dormir boca abajo.
Espero que la información te sea útil, si tienes alguna otra pregunta, no dudes en escribirnos.