La ansiedad por comer puede mejorarse con control de hábitos dietéticos, incrementar la ingesta de agua, consumir frutas o nueces en momentos de ansiedad, evitar carbohidratos simples. Mantenga una alimentación balanceada y evite ayunos prolongados, incremente el consumo de proteínas, un desayuno rico en proteínas contribuye al control del apetito durante el día.
Si la ansiedad es marcada, puede asistir a control psicológico para evaluar estrategias adicionales de manejo.