No alcanza a ser algo perjudicial pero no se recomienda porque baja el rendimiento durante un ejercicio de alta intensidad. No es por el consumo de agua en si, sino por el aumento de volumen del líquido en el estómago. Es recomendable mantener una hidratación moderada a medida que se va ejercitando y tomar abundante agua una vez se ha terminado el ejercicio para reponer el agua que se pierde por transpiración.