El tomar demasiado líquido o agua en el día puede generar alteraciones electrolíticas como disminución del sodio, aumenta ligeramente la presión arterial, se considera que en un día se debe consumir normalmente 2 litros contando todos los líquidos que se consumen; tomar más de 4 o 5 litros de líquido en un día no es aconsejable, a menos que se esté realizando actividad física o se esté deshidratado.