Las glándulas salivales constantemente están produciendo saliva, cuando estamos dormidos esta producción es menor pero es contínua, ya que la saliva tiene un efecto de mantener la humectación de la mucosa así como un papel protector defensivo contra bacterias en la misma. Babeamos al dormir porque generalmente dormimos con la boca abierta y en vez de deglutir la saliva producida lo que hacemos es dejarla acumular en la boca y que salga al momento de tener la boca abierta por efecto de rebosamiento. Es como dejar una llave de agua abierta goteando sobre un vaso, llegará un momento en que el vaso se llena y se desborda.