Las personas con enfermedades cardiovasculares (específicamente hipertensión arterial) deben recibir alimentos bajos en sodio, es decir disminuir los embutidos y la ingesta de sal. Además deben comer bajas grasas y aumentar el consumo de ácidos grasos de origen vegetal -aceite de oliva y aguacate- además de una buena cantidad de frutas y verduras y disminuir un poco las carnes rojas.
Adicionalmente hacer ejercicio e inclusive caminar por lo menos 150 minutos a la semana, no fumar y no consumir alcohol. Si desea una dieta más detallada el consejo es acudir a Nutrición.