Experimentar esta fluctuación o labilidad emocional durante el embarazo es normal y no necesariamente afecta al bebé, salvo que padezca otras condiciones médicas o los cambios emocionales se manifiesten en respuestas motoras como autolesiones.
Sin embargo las emociones hacen que se liberen hormonas en nuestro cuerpo en distintos niveles y no se ha estudiado su relación con el embarazo. De cualquier forma una madre saludable es indispensable para un parto adecuado y un hijo saludable.