El colon irritable es una enfermedad crónica de origen aún no claro y de difícil manejo. Una parte fundamental de su tratamiento es la dieta que debe ser baja en grasas y rica en fibra y proteínas.
Evite las comidas fritas y tenga mayor consumo de alimentos a la plancha o al vapor. Debe verificar si los lácteos empeoran la sintomatología porque si es así debe evitarlos o cambiarlos por productos deslactosados o descremados. Evite las gaseosas y los alimentos como col, coliflor, habas, garbanzos, lentejas, coles de Bruselas, cebollas, puerros ya que estos pueden aumentar los gases y el malestar.
Debe beber por lo menos 8 vasos de agua al día. Lastimosamente aun siendo muy adherente a la dieta puede requerir medicamentos y otros tratamientos por lo que debe igual estar bajo supervisión médica y nutricional. Algo también fundamental es realizar actividad física regular que ayuda a un adecuado tránsito intestinal.