El dolor asociado a la ingesta de agua se da cuando se toma el líquido a temperaturas muy bajas, lo que en ocasiones genera un espasmo esofágico, que debe desaparecer espontáneamente y no representa una situación peligrosa.
Si la molestia se empieza acompañar de dificultad para deglutir o sensación de ahogo, le recomiendo que consulte a su médico.