Presentar un infarto significa llevar consigo un riesgo cardiovascular alto, ya que este proceso en la mayoría de ocasiones es secundario a presencia de alteraciones definitivas e irreversible las arterias que nutren de sangre al corazón. Por lo anterior, siempre tendrá una etiqueta en su historia clínica de riesgo cardiovascular muy alto, que requiere valoración de forma usual por parte de medicina especializada (medicina interna, cardiología, nefrología), y nutrición, para tratar de evitar nuevos episodios. Por esto es recomendable seguir de forma estricta el manejo medico, ademas de incluir una dieta sana y balanceada, realizar mínimo 150 minutos de ejercicio a la semana.