Para saber si se trata o no de una infección grave, habría que realizarle un examen físico al bebé, por lo que la sugerencia es que lo lleve a revisión médica. Esté atenta a los signos de alarma para llevarlo a urgencias: se le hunde la piel en las costillas, le pita o le silva al respirar, deja de comer, o la fiebre comienza a ser más intensa.