En ocasiones, el dolor en el talón es secundario a malos apoyos, sobre carga física, zapatos poco cómodos, inflamación de una capa que recubre los músculos que se llama fascia (fascitis plantar), presencia de espolón calcáneo. Por lo cual, si a pesar de estirar adecuadamente, aplicar cremas calientes y masajes en esta zona el dolor no mejora es recomendable acudir a su médico tratante.