Los mismos que presentaría cualquier mujer en esa misma etapa reproductiva: menstruaciones irregulares, ausencia de menstruación por 6 meses o 1 año, calores o bochornos, sensación de resequedad vaginal con molestias en las relaciones sexuales de forma secundaria. Eventualmente cambios en el estado de ánimo, disminución de la libido, entre los más frecuentes.
El tratamiento está enfocado en los síntomas que presenta y si alteran o no la calidad de vida, desde tratamiento hormonal, hasta antidepresivos. Practicar regularmente ejercicio físico, seguir una dieta sana y equilibrada, controlar el peso, moderar la ingesta de alcohol y café y seguir una dieta rica en calcio pueden ser opciones para el manejo de esta sintomatología y en general las mujeres tienen buena respuesta a estos cambios de estilo de vida. De igual forma si no mejoran, consulte al médico de forma presencial.