Esa sensación puede ser secundaria al cambio horario y duración del viaje realizado. Si la sensación no pasa al cabo de un par de días, es recomendable que se acuda a una valoración presencial. Tener en cuenta que si se tuvo un cambio de altitud muy notorio, es necesario guardar un poco de reposo, ya que eso también puede influir en la presencia de esos síntomas.