Inicialmente es recomendable descartar alteraciones musculares que pueden generar molestias en la nuca y en la parte posterior de la cabeza, tener en cuenta que personas con altos niveles de estrés que no tienen un patrón de descanso ni canalizan el estrés adecuadamente, pueden presentar este tipo de síntomas. Si el mareo empeora, se aumenta cuando se va a acostar e impide la marcha, es recomendable consultar presencialmente para descartar episodios de vértigo, alteraciones visuales, entre otros.